UC firma licencia de factor diferenciador para evaluar mieles de exportación
La nueva licencia consiste en un factor diferenciador de la miel, denominado APF (Active Patagonia Factor), el cual surge como resultado de 11 años de investigación del equipo liderado por la académica Gloria Montenegro, de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC.
Este secreto industrial establece un sistema de clasificación de la miel producida en el país, según su capacidad antibiótica y antioxidante, permitiendo discriminar en forma objetiva la calidad y pureza de los productos, para ser utilizados finalmente en el desarrollo de productos nacionales con mayor valor agregado.
Este secreto empresarial fue firmado entre la Pontificia Universidad Católica de Chile y la empresa JPM Exportaciones, el mayor exportador de miel en el país. Este contrato contempla un royalty para la UC según la cantidad de miel con el sello APF Factor que sean vendidos tanto en Chile como en mercados internacionales.
En efecto, recientemente la empresa concretó la primera venta de mieles nativas chilenas con denominación antibacterial a China, destinadas a ser comercializadas en el pabellón chileno de la plataformas de eCommerce Tmal y en Wechat del gigante asiático.
Las mieles con el sello APF tienen como principal atributo la inhibición del crecimiento de bacterias que afectan el bienestar de las personas, como E. Coli, Estafilococo y Salmonella. De esta manera, esta miel chilena se convierte en una primera alternativa denominada como antibacteriana.
“Desde la Dirección de Transferencia y Desarrollo UC apoyamos al equipo de investigación desde el inicio de este proyecto. Ahora estamos todos muy contentos con el impacto que ha tenido el resultado, ya que abre un tremendo camino a las exportaciones de los apicultores de Chile hacia mercados donde pueden tener más ventajas y ser más competitivos”
Catalina Bay-Schmith, Jefa de Transferencia en Agroalimentos de la Universidad Católica.
Esta certificación no sólo incentiva la comercialización, sino que también beneficia a cientos de apicultores que son capacitados para el desarrollo de nuevas habilidades productivas. Además, promueven una producción limpia y sustentable, enfocada en la mejora continua de la miel para su conversión a orgánico y bajo el criterio de fair trade.